JENELGRA001
Nuevo producto
8,41 € Impuestos excluidos
-33%
Antes 12,55 €
Atención: últimos productos disponibles!
Fecha disponible:
Originario, al parecer, de alguna zona tropical de Extremo Oriente, el cultivo del jengibre se ha extendido a casi todas las regiones tropicales del mundo. Se suele aprovechar el rizoma fresco de la planta, aunque también se puede adquirir en polvo o bien encurtido.
De sabor picante y alimonado, este tallo subterráneo, estrella de la cocina asiática, no solo aromatiza los guisos de arroz, las salsas agridulces, los postres y las bebidas frías y calientes, sino que está considerado un remedio eficaz para el alivio de problemas intestinales, náuseas, vómitos… aparte de resultar un buen antiinflamatorio y antiséptico.
El principal país productor del mundo es Jamaica. Otros países productores son: China, India, Nepal, Tailandia, Sri Lanka, Nigeria, Bangladesh, Filipinas.
Las múltiples virtudes que se atribuyen al jengibre se deben sobre todo a su riqueza en aceites volátiles.
También posee sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).
Las investigaciones médicas que se realizan con jengibre suelen utilizar el extracto (dosis de 250 mg) o la raíz cruda o cocida (unos 2 g).
En cualquier caso, antes de tratar un problema con jengibre, recuerda que el diagnóstico de lo que te pasa tiene que hacerlo un profesional de la medicina.
En dosis altas puede producir gastritis y está desaconsejado en caso de úlcera gastroduodenal. A las embarazadas y madres lactantes se les recomienda en dosis bajas y durante periodos cortos. Tampoco conviene a niños menores de 6 años.
Del jengibre suele decirse que tiene un aroma fresco, exuberante y especiado. Recuerda a los cítricos, especialmente al limón, a algunas aguas de colonia, a hierba fresca y un poco a madera, pero dulce y aterciopelada.
Combina bien con la salsa de soja, el vinagre, el limón, el sésamo, el aceite, y el miso para elaborar salsas, vinagretas y condimentos. Añadido solo enriquece cualquier alimento de sabor no muy fuerte o dulce, como el pescado, el arroz, las verduras o las frutas.
La otra opción, muy utilizada por la cocina oriental y la natural, es la de rallarlo, exprimir la pulpa obtenida y añadir ese zumo al final de la cocción, justo antes de comérselo. Se recomienda media cucharadita de zumo por persona.
El jengibre encurtido japonés o gari, suele acompañar el sushi y el maki para aportarle textura crujiente y un toque de sabor ácido y salado que limpie el paladar entre bocado y bocado.
El rizoma fresco debe adquirirse terso, sin arrugas. Los rizomas se pueden congelar, pelados y en trozos o rallados. En la nevera, se mantienen frescos hasta un par de meses.
El jengibre en polvo conviene comprarlo en pequeñas cantidades para que conserve su aroma y frescor. Debe guardarse en un lugar oscuro, fresco y seco.